La automedicación se refiere al uso indiscriminado de medicamentos, por iniciativa propia o por consejo de otra persona pero sin prescripción médica y sin receta, una práctica frecuente entre la población, que en el caso de antibióticos, puede generar resistencia a los mismos, incluso alergias e intoxicación, explicó el coordinador de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctor Arquímedes Díaz Parra.
“Las personas tienden a automedicarse para sentirse mejor en el momento, pero en esta acción se podrían estar minimizando síntomas que podrían ser signo de otra enfermedad más grave, por lo que muchas veces, aunque el malestar desaparece en el momento, el padecimiento podría agravarse y complicar su diagnóstico oportuno”, puntualizó el especialista.
Con esta mala práctica se expone al organismo a efectos adversos de los propios medicamentos, como pueden ser dolor de cabeza, somnolencia, náuseas, diarrea, urticaria; o complicarse a una situación grave como intoxicación, gastritis, agravamiento de la dolencia, eliminación de algunos síntomas que podrían confundir el diagnóstico de origen o en algunos casos, ocasionar la muerte.
“Además, puede producir efectos secundarios por el uso excesivo de algunos medicamentos, principalmente, en el caso de los antiinflamatorios no esteroideos que están relacionados con gastritis y hemorragias digestivas, así como interacciones entre medicamentos, ya que hay algunos medicamentos que no deben de ser combinados con otros”, puntualizó el especialista.
En caso de estar embarazada, es importante recalcar que algunos fármacos pueden traspasar la placenta, lo que puede ocasionar en algunos casos abortos y otros daños en el bebé o la madre, por lo que se recomienda que todo medicamento utilizado por las gestantes sea recetado por un médico u obstetra.
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“Particularmente en el caso de niñas, niños y adolescentes, tienen cambios de peso constantes, suben y bajan, por lo tanto cuando les suministran dosis no adecuadas pueden provocarles una intoxicación en el menor de los casos, pero llegan afectar de forma grave algunos órganos como el hígado o riñón”, resaltó el doctor Díaz Parra.
Por ello, se recomienda a la población que ante una molestia o malestar leve, moderado o constante, acuda con su Médico Familiar o al servicio de Atención Médica Continua en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponda para ser diagnosticados.
En los casos de mayor gravedad, en los que esté en peligro su vida, deberán acudir al servicio de Urgencias de los tres hospitales: HGZ No. 1 “La Loma” y el HGSZ/MF No. 8 de Tlaxcala o al HGZ/MF No. 2 en Apizaco, para recibir diagnóstico y tratamiento oportuno; además de seguimiento en la evolución de la enfermedad. (Boletín)