El rostro de la maestra Diana Isis Flores Gutiérrez se ilumina al hablar del proyecto que ha presentado en países como Cuba, Francia, Italia, España y recientemente en los Emiratos Árabes Unidos, se trata de la estufa ahorradora de leña con biodigestor que apoya al cuidado del medio ambiente y a la salud de las personas que acceden a ponerla en marcha.
En todo momento reitera que es un trabajo en equipo que surge de la problemática que los alumnos de la Secundaria Técnica número 10 “Lic. Emilio Sánchez Piedras” de Tetlanohcan, detectaron hace ya 10 años, aspecto fundamental para el éxito del proyecto, ya que lo hicieron suyo y no quedó en una mera calificación, pues los padres de familia accedieron a participar e instalarlo en sus hogares.
La docente especialista en tecnología de agricultura, refirió que los alumnos en un principio se interesaban muy poco en el tema, sin embargo, al darse cuenta de que podrían solucionar un problema ambiental y de salud para sus familias, logró captar su interés.
“Como docente debemos tener la sensibilidad de escuchar al alumno, porque muchas veces es más fácil darles un ejercicio que ya está aprobado por nosotros y ya solamente replicarlo, pero darles la oportunidad de que descubran las problemáticas o que identifiquen su contexto fue el punto clave, porque los niños se sienten plenamente identificados y que se aplicará fuera de las escuelas, está en sus casas, es palpable”, declaró.
Con suma alegría explica que los proyectos sustentables son una realidad en Tlaxcala y deben documentarse para hacerlos visibles, ya que muchos docentes tienen excelentes trabajos, pero que únicamente se quedan en el ámbito de la institución educativa donde laboran.
Flores Gutiérrez señaló que “no descubrieron el hilo negro” en el planteamiento del proyecto, ya que se trata de un plan de innovación, pues con artefactos que ya existían pudieron lograr un impacto positivo en la comunidad de los alumnos.
El reto de los docentes
La ahora coordinadora del territorio Steam en la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), es muestra clara de que con ayuda y guía de un docente comprometido, los alumnos pueden llegar a interesarse en temas que no eran de su interés.
“Se hace visible que el aprendizaje sí puede ser significativo y comunitario, que fortalece el planteamiento de la Nueva Escuela Mexicana, siempre y cuando se les dé continuidad a los proyectos trabajados en aulas y se escuche al alumno y a las familias y que los maestros tengamos esa sensibilidad”, resaltó.
Recomendó a sus colegas que la mejor fórmula para la innovación en los salones de clase es salir de la zona de confort y no tener miedo a emprender nuevas formas de enseñar para lograr alumnos interesados en investigar y aplicar en la vida cotidiana sus conocimientos.
El compromiso, pasión y amor por la docencia es evidente en la maestra Isis, como la identifican sus colegas y exalumnos, quienes en algunos casos evidenciaron el interés por el cuidado del medio ambiente “por ejemplo una estudiante determinó estudiar derecho, pero se especializó en derecho ambiental, la semillita se sembró y eso es lo importante”.
Su principal satisfacción y emoción es saber que generó interés en los menores estudiantes y no se quedó en la educación tradicional, lo trasladó a los hechos, su meta ahora es darle mayor impulso al método Steam en Tlaxcala, que se trata de un enfoque pedagógico que apunta a la resolución de problemas.
El modelo promueve la independencia de los estudiantes en pos de hacer del aula una comunidad de aprendizaje. Está inspirado en el trabajo colaborativo que caracteriza a las ciencias y la ingeniería.
El modelo Steam es un modo de aprender basado en resolver problemas, hacer preguntas y buscar respuestas nuevas. (Boletín)